** Se
ganó el mote del 15 – 30
** Es
un agitador profesional
Renán
Martínez Azamar
Ya
es un clamor generalizado por la ciudadanía, el hecho de que cuando acuden al
palacio municipal en busca del sindico único Juan Carlos Ochoa Avilés éste
nunca se encuentra en sus oficinas, desde que tomó posesión del cargo a lo sumo
ha acudido en contadas ocasiones a sesiones de cabildo y eso casi obligado por
las circunstancias, pero invariablemente está muy puntual en ir a cobrar su
salario, la gente se hace la pregunta ¿qué para que se alquiló al pueblo si no
iba a cumplir sus funciones como edil?, no cumple con las comisiones que le
fueron encomendadas en sesión de cabildo, sus oficinas siempre están cerradas,
de vez en cuando uno que otro de sus “achichicles” se asoma pero no resuelven
nada, quienes tienen la necesidad de tratar de resolver algún problema con él,
simplemente se quedan esperando, han expresado públicamente que sería lo mejor
que renuncie o solicite licencia al cargo y que sea llamado su suplente para
que verdaderamente se de cumplimiento a lo que establece la Ley Orgánica del
municipio libre, ya que solo ocupa un espacio que muy bien podría desempeñar
otra persona, por dignidad propia debe separarse de su cargo o de plano que
cumpla con sus obligaciones como edil y asista todos los días como lo hacen los
demás regidores que si cumplen, no están como parásitos del pueblo como el
sindico único Juan Carlos Ochoa Avilés, pero eso sí el 15 y 30 de cada mes
puntualmente está cobrando su salario como si de verdad lo desquitara.
Lo
más grave es que se ha convertido en un agitador profesional, le ha dado por
convertirse en cartero, envía especie de recados o memorándums a sus demás
compañeros ediles para que por escrito le exijan al alcalde Manuel Rosendo
Pelayo que les explique del gasto realizado en las diversas obras y acciones,
la respuesta ha sido nula, pues cómo está eso de escupir para arriba, dicen por
ahí, que quien estará más cagado, el sindico o el alcalde.
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