Arturo Reyes Isidoro
Revelan
otra Bocagate, ¡pero federal!
El 27 de junio de 2013, Francisco Garfias,
columnista de Excelsior especializado
en asuntos parlamentarios, le preguntó a Rosario Robles, secretaria de
Desarrollo Social, cómo había vivido su momento más difícil (hasta entonces) en
lo que iba del sexenio: el escándalo de las redes electorales de Boca del Río,
que aprovecharon sus detractores para exigir su renuncia.
En el estado, ese escándalo le costó la
cabeza a Ranulfo Márquez Hernández como delegado de la Sedesol y a Salvador
Manzur Díaz, quien estaba directamente involucrado en el asunto, como
secretario de Finanzas y Planeación.
Garfias narró en su columna “Arsenal” que
Pascal Beltrán del Río, periodista director del diario, invitó a articulistas,
reporteros, directivos y columnistas a platicar con ella y ahí aprovechó él
para abordar el tema. Rosario le contextualizó aquel famoso “no te preocupes
Rosario” que tanto le criticaron al presidente Peña Nieto.
“Se fue como armando un rollo. Entonces el
presidente Peña, lo que trató de decir es ‘no te preocupes tú en lo electoral,
porque nosotros tenemos que preocuparnos en dar resultados en esta lucha contra
el hambre’”.
Por lo que platicó la Secretaria, el asunto
trascendió tanto que incluso lo abordó el mexiquense con Lula, su homólogo de
Brasil entonces, a bordo del avión presidencial en un viaje a Chiapas. Lula
comentó: “Ya vi todo lo que se dice en los periódicos” (sobre Veracruz) y le
dijo a Peña: “No se preocupe, Presidente. A mí me decían lo mismo, que mi
programa Hambre Cero era electoral”.
Rosario le reviró a Lula: “Pero aquí hasta la
izquierda está criticando”. Lula replicó: “Conmigo igual. Era derecha y era
izquierda”.
Lo traigo a colación porque cuando a raíz del
escándalo mediático sobre el asunto se especulaba que hasta podría costarle la
gubernatura a Javier Duarte de Ochoa, por lo que narró Garfias entonces, el
mismo presidente de Brasil minimizaba el caso y aconsejaba a Peña que no se
preocupara.
Un año después de todo aquello se puede
señalar que no era necesario que el brasileño se lo dijera. Peña en realidad no
estaba preocupado y hoy se puede deducir que tampoco nunca pasó por su cabeza
remover a Duarte, por una simple y sencilla razón: estaba dispuesto a hacer lo
mismo que en Boca del Río, nada más que en grande, a nivel nacional; a usar
todo el poder para manejar los recursos públicos de la nación con sentido
partidista, patrimonialista, de cara a las elecciones de 2015 y de todas las
demás que vienen.
No que este manipuleo sea exclusivo del PRI;
lo hizo también el PAN en la Presidencia y lo ha hecho el PRD en el Gobierno
del Distrito Federal. Pero a diferencia de ellos, ha sido a los priistas a los
que han agarrado con la mano en la masa, con testimonios y documentos que se
han hecho públicos con el escándalo correspondiente.
En plenas vacaciones y en medio de la
polémica y discusión por las leyes secundarias de la reforma energética, el
diario Reforma detonó otro escándalo,
muy parecido al de Boca del Río, con base en un documento interno del CEN del
PRI, de 79 páginas, que alguien le filtró.
“El PRI pretende echar mano del
Presupuesto federal del próximo año para preparar el terreno con miras a los
procesos electorales de 2015”, dice el primer párrafo de la nota respectiva del
22 de julio, además de que se plantea una mayor operación de los delegados
federales en los estados (eso explicaría porque están viniendo más a Veracruz,
como he venido publicando que lo están
haciendo, que hoy llega, por cierto, Alfredo del Mazo, de Banobras, al puerto
jarocho, ¡el mismo jefe de Manzur ahora! ).
“De acuerdo con el Informe
Prospectivo 2014-2015, el tricolor empleará criterios de ‘rentabilidad
electoral’ a partir de la incorporación de las ‘necesidades sensibles’ de la
población en el Presupuesto de Egresos”.
"Al iniciar
la gestión los compromisos firmados por el Candidato EPN (Enrique Peña Nieto)
fueron incluidos en el PEF (Presupuesto de Egresos de la Federación), hoy es
importante revisar los avances, e incorporar al presupuesto federal otras
necesidades sensibles en los estados del país, pero utilizando criterios de
rentabilidad electoral", indica el texto con el logo del PRI y el slogan
"Transformando a México", prosigue la nota de Reforma.
Propone: "Construir
un Presupuesto Federal 2015 que tenga un enfoque predominantemente electoral,
territorializado en regiones prioritarias para el partido, priorizando las
acciones que resuelvan los problemas más sentidos de la vida cotidiana de los
ciudadanos".
En esa lógica, se propone
valorar "la construcción de un presupuesto federal 2015 que incorpore
temas de atención urgente en los territorios con mayor rentabilidad electoral,
tales como: terminar unidades médicas en zonas claves, aterrizar programas de
combate a la pobreza, infraestructura social, etc.".
Los estrategas del
tricolor proponen mejorar la operación política en las delegaciones federales,
incluso con la remoción de "los servidores públicos de administraciones
pasadas vinculadas al Partido Acción Nacional que permanecen en las
delegaciones, y abrir espacios laborales para la base priista".
"Entre los priistas,
tanto en la clase política intermedia, pero particularmente en las estructuras
territoriales de base, existe un sentimiento de frustración al no haber
encontrado espacios laborales o de participación política en el Gobierno
Federal y por el contrario, ver la presencia de funcionarios y trabajadores de
las dos administraciones panistas precedentes manteniendo sus posiciones",
señala.
Qué tal. Lógicamente, de
inmediato se pararon de manos el PRD, el PAN, Morena y Movimiento Ciudadano,
César Camacho, dirigente nacional del PRI, salió a decir que no necesitan de
ninguna ventaja para ganar las elecciones, y
el presidente de la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados,
Pedro Pablo Treviño, aseguró que trabajarán un proyecto sin fines partidistas.
Todo lo anterior
explicaría porqué aguantaron siete meses para que Peña viniera a inaugurar el
pedacito de libramiento de Coatepec; también, porqué nunca lo sancionaron
legalmente –como lo pedían los panistas y no obstante el golpeteo mediático al
que fue sometido– e incluso nombraron y premiaron a Salvador Manzur Díaz
poniéndolo al frente de la delegación de Banobras en el estado, y en una de
esas hasta le levantan una estatua en el patio del CEN del PRI allá en
Insurgente norte en la Ciudad de México y lo llaman como asesor. Queda claro
también que Duarte concluirá su sexenio con el apoyo presidencial y del CEN
tricolor.
Más allá del sentido
partidista del asunto, si con tal de ganar votos hacen obra social, no se puede
reprochar, porque es mil veces preferible eso a que se roben el dinero, a que
no hagan obra y a que no se lleve ningún beneficio a la población.
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