viernes, 22 de agosto de 2014

EL DEDO EN LA LLAGA

Tan fácil como el dialogo, así, bajo esa premisa Manuel Rosendo Pelayo terminó con un conflicto que acabaría con la caída del comisario de la policía municipal Andrés Chiguil, pero no, sereno, conciliador, el alcalde habló con los indígenas, optó por el camino más corto, el de la negociación, Rosendo Pelayo se volvió indígena y los indígenas gobierno y cuál fue la respuesta, el cumplimiento de sus demandas, y sin gritos ni pataleos, todos fumaron la pipa de la paz, el alcalde supo usar la mano izquierda.

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