viernes, 4 de julio de 2014

A NIVEL DE CANCHA



Renán Martínez Azamar
EL QUINTO PARTIDO, SE ESFUMO EN 5 MINUTOS….
La turbulencia anímica de la primera ronda y el sueño mundialista del futuro, nos marearon a millones pensando que se podía llegar mínimo a Semifinales sin antes jugar los Octavos de Final, igual que en Corea-Japón, cuando el turno en la segunda ronda colocaba a Estados Unidos como próximo contrincante, exactamente igual, está claro que muchos piensan en que nadie puede limitarnos los sueños y las aspiraciones y en vez de pensar “mediocremente” en el quinto partido se debe desear toda la fiesta; sin embargo, también es cierto que no se puede volar antes de caminar, en esta ocasión como nunca antes, México tuvo el tan anhelado quinto partido en la mano, pero se le olvidó como siempre que enfrente estaba la dura Holanda y que el juego siempre dura más de 90 minutos, como nunca el equipo azteca impuso condiciones tácticas en el campo, desgastó durante 70 minutos al rival, mientras que el “Piojo” Herrera por fin vio recompensada la insistencia en colocar a Giovanni como titular quien anotó un gran gol y a creer en hacer historia, Holanda se rompía en dos, con una defensa amarrada y un ataque incierto que se basaba únicamente en un genio llamado Robben, que por cierto no es poca cosa, poco a poco el área mexicana se llenaba de centros y Ochoa empezó a trascender en la misma cancha que lo catapultó al mundo.
Desgraciadamente en cinco minutos, el partido cambió y se disolvió todo, el mismo árbitro que no le dio un penalti claro a Robben al final del primer tiempo, le entregó uno que no era en la compensación del segundo lapso, sería muy fácil, cómodo y simplista decir que en esta oportunidad el árbitro echó a México del Mundial cuando otra vez se eligió como jugador del partido al arquero tricolor, solo recordar que a los holandeses les bastaron 20 minutos de presión en tres cuartos de cancha y unos cuantos centros para complicar y diluir los 70 grandes minutos en los que México fue completamente superior, y otra vez al final, la historia fue mucho más dramática que contra Bulgaria, Alemania, Estados Unidos y el par de derrotas frente a Argentina, porque en Fortaleza el triunfo a México el quinto partido se le escurrió de las manos viendo el reloj, se podría decir que es otra derrota digna, de esas derrotas que no sirven para nada, lo que es cierto es que Herrera, más que un estratega de abolengo, es un motivador extraordinario, y fue capaz de sacarle lo mejor a cada uno de sus futbolistas durante el Mundial, en este los jugadores mexicanos dieron otra cara y aunque esto ayude poco, limpiaron ligeramente aquella borrosa imagen que entregaron durante las eliminatorias, en donde ya habían hecho historia, de esa de la que tanto hablan negativamente.
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