Arturo Reyes Isidoro
Consejeros panistas
Bien.
Nada mal estuvo que los panistas del estado cumplieron con la equidad de género
al elegir a los consejeros nacionales que representarán a la militancia de su
partido ante su Asamblea Nacional.
No
deja de ser significativo que estatutariamente el porcentaje obligatorio era de
60-40, es decir, el 60 por ciento debía estar compuesto por hombres y el 40 por
ciento por mujeres, pero se fueron a 50-50, fifty-fifty (¿veremos alguna vez
algo parecido en el PRI, donde además completan su porcentaje dándoles
posiciones a las militantes, pero de suplentes?). Bien por los albiazules.
Al
concluir su asamblea estatal el sábado, los poco más de 1,200 delegados
numerarios eligieron a Mariana Dunyaska (702 votos), Alba Leonila Méndez (683),
Adela Patricia Fernández (558), Teresita Zucolotto (545), Mayra Teresita Cortez
(541), Alicia Vera Arenas (507), Aura Esther Estrada (472), Georgina Ramírez
(457) y Lilia Angélica Torres (361 votos).
Un detalle significativo es que una fémina
alcanzó la mayor votación y por lo mismo el primer lugar, o sea, Mariana
Dunyaska, y que siete mujeres ocuparon los primeros siete lugares en una lista
de diez (Alba Leonila, Adela, Teresita, Mayra, Alicia y Aura Esther, además de
Mariana, claro).
Los
únicos tres varones que se colaron entre los primeros diez fueron Enrique
Cambranis Torres, actual dirigente estatal, quien quedó en segundo lugar con
686 votos, Julen Rementería del Puerto, quien ocupó la séptima posición con 507
sufragios, y José de Jesús Mancha Alarcón, quien se ubicó en el octavo puesto
con 507 votos. Otro panista de peso (y también de pesos, muchos pesos), Juan
Bueno Torio, fue relegado a la décima cuarta posición con 444 votos.
Raúl
Martínez Chávez, de Xalapa, alcanzó el sitio décimo tercero con 452 votos. Raúl
es uno de los principales voceros, si no el principal y más importante, de la
causa panista en el estado; se ha convertido en un hombre de medios y aunque la
mayoría de los periódicos no le publican, él hace su trabajo y bien, además de
que es un hombre bien intencionado. Dejó en el camino a Agustín Basilio de la
Vega, a quien derrotó en las elecciones primarias (si así se les puede llamar)
cuando se eligieron a quienes tendrían derecho a llegar a la asamblea estatal
para entrar a la tómbola final.
El
resto de la nómina blanquiazul que ganó el derecho de ir a la Asamblea Nacional
fue: Rafael Amador (461 votos), Carlos Alberto Rosas (397), Bernardo Margarito
(352) y Marco Antonio Nuñez (342).
Con
todo y sus asegunes, algo que se les debe reconocer a los panistas veracruzanos
es que durante la celebración de sus trabajos mostraron unidad, la elección fue
democrática (se contó voto por voto y el proceso duró cinco horas y media de
votación) y los propios participantes lo consideraron como un proceso aseado.
Eso
mismo motivó que quedaran afuera panistas reconocidos a los que previamente se
daba seguros para ser elegidos consejeros, como por ejemplo Bernardo Téllez
Juárez, Tito Delfín Cano, Domingo Bahena, Federico Salomón, Agustín Basilio de
la Vega, Omar Miranda y Gonzalo Herrera.
Ahora,
de alguna forma ellos serán determinantes para inclinar la balanza en la
elección del dirigente nacional que tendrá lugar el próximo 18 de mayo, disputa
entre Gustavo Madero Muñoz, actual presidente, y el senador Ernesto Cordero,
aunque hay indicios de que la delegación jarocha, la más numerosa de todas las
representaciones albiazules del país, al menos la mayoría se inclinará por el
barbudo chihuahuense.
Si
esto se confirma, entonces habría coincidencia entre los nuevos consejeros
nacionales y un panista significativo como lo es Miguel Ángel Yunes Linares,
cuya corriente, que encabezan él y sus propios hijos Fernando, senador, y
Miguel Ángel Jr., alcalde de Boca del Río, va en ese mismo sentido.
Si
esta forma de elegir, con delegados, sí, pero con recuento de votos uno a uno
en asamblea estatal y en forma abierta a la vista de todos y no “en votación
económica” (o sea, en la que todos, ya “sensibilizados” previamente, hacen
bulla, alzan las manos, hacen sonar batucada, silbatos de ferrocarrileros,
matracas, cencerros, bandas de guerra, sueltan globos, tiran cohetes y
serpentinas, pero nunca se cuenta el voto) como se acostumbra en el PRI; si
esta forma de elegir aplicara para la elección del candidato tricolor a la
gubernatura del estado, entonces sí el senador Héctor Yunes Landa se
convertiría en un verdadero peligro para sus competidores. Pero el PRI no es el
PAN en procesos eleccionarios internos aunque, claro, tampoco los panistas
desentonan a la hora de cantar las rancheras en algunos shows, pero al menos
maquillan a la muñeca para que se vea bonita.
Pues
ya está. Los panistas veracruzanos dieron, así, además, un primer paso con
miras a las elecciones de 2015, cuando tendrá lugar el proceso intermedio
federal, así como a las de 2016, cuando se renovará la gubernatura del estado.
Pero
antes, no se debe olvidar, estará la renovación de la dirigencia estatal, que
se disputarán dos grupos visibles: el que detenta ahora el poder panista,
encabezado por Cambranis, pero al que se suman Rementería del Puerto y Bueno
Torio, y el de Yunes Linares, aunque no se debe perder de vista que esta vez
aquella corriente dominó la elección para elegir consejeros, y que un tercero
en discordia, al que algunos ven como un factor de unidad, Mancha Alarcón, fue
relegado hasta la octava posición, o sea muy lejos de significar un verdadero
liderazgo.
¡Albricias!
Lectores,
no están ustedes para saberlo y, claro, yo para contarlo. Pero ayer, el señor
ex gobernador Fidel Herrera Beltrán me distinguió: se convirtió en seguidor mío
en Twitter. Sin duda, es un lector político de calidad. A Fidel, el siempre
controvertido Tío Fide, lo único que le puedo desear es que esté con y conserve
bien su salud. Desde que dejó el Gobierno no lo he visto más que en fotos y ya
después tuvo alguna comunicación telefónica conmigo, hasta ahora cuando, aunque
sea indirectamente, tengo noticias de él. De paso, le doy las gracias por su
buena opinión para que se me invitara a regresar a la Dirección de Prensa del
Gobierno del estado. Lo ignoraba, pero lo registro y lo tomo en cuenta. Larga
vida a Fidel.
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