Ahora que el alcalde Manuel Rosendo Pelayo
fumigó las distintas áreas del Ayuntamiento, muchos bichos se resistieron a
morir y es que ya están enquistados hasta la medula, ningún insecticida les
hace daño, mucho menos una rociadita de asuntol, es necesario que se aplique un
veneno más fuerte para sacudirse todo el criadero de animalejos que medran
desde hace ya mucho tiempo sangrando al Ayuntamiento, que Rosendo Pelayo les
eche lumbre como a los chiguipiles y garrobos, urge una limpia total en
Palacio.
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