“Quien
da y quita con el diablo se desquita”
Isidro
Jiménez Ortiz
El 11 de marzo de 2011 Rafael Fararoni
Mortera, siendo alcalde donó a la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento
(CMAS) una pipa destinada al abastecimiento del vital líquido a colonias
populares en época de estiaje, la ceremonia protocolaria se efectuó en terrenos
donde se ubica el almacén en el barrio de Campeche, como lo registran las
gráficas de nuestro archivo fotográfico, además de donar la pipa hizo entrega
de uniformes nuevos al personal sindicalizado, atestiguaron este evento el
entonces Director del sistema Ing. Agustín Huesca Lagunes, el subdirector de
operación y mantenimiento Julio Alfonso Gallardo Ortiz, el subdirector de la
unidad de recursos humanos y administración C.P. Agustín Fomperosa Lara, el
subdirector de administración contable Alejandro Caballero Robles y el regidor
encargado del ramo Mario Castillo, entregada la unidad de inmediato con los
colores y logotipos oficiales del Gobierno del estado, del Ayuntamiento y la
CAEV, de inmediato se puso al servicio de la ciudadanía, y así durante tres
años de manera ininterrumpida dio un buen servicio a la población, hasta que
tomaron posesión las nuevas autoridades municipales encabezadas por el Ing.
Manuel Rosendo Pelayo que al rendir protesta de inmediato ordenó realizar
cambios de funcionarios en la CMAS.
Para conocer el estado financiero y
administrativo en que habían dejado la dependencia, el alcalde instruyó al
contralor municipal Osmar Constantino realizar una auditoria exhaustiva que
trajo como resultado un deterioro en las finanzas, como el hecho de haberse
dejado de pagar las cuotas al IMSS, al Infonavit, a Fonacot y a Sefiplan, así
como encontrar que se llevaron durante tres años una doble nomina en el sueldo
a empleados del sistema que iban a parar a los bolsillos de los funcionarios de
CMAS con la complacencia del alcalde Rafael Fararoni Mortera, otro asunto grave
fueron el viaje a España que realizó el propio presidente Fararoni, su novia,
el entonces director del DIF y el subdirector operativo, y otro viaje a Cancún,
los dos obviamente cargados a gastos de la CMAS municipal.
Derivado de todo esto y en un acto de
revanchismo político, hace apenas unos días Rafael Fararoni con el argumento de
que la pipa es de sus propiedad la interceptó con un chofer y se la llevó sin
saber a dónde, un claro despojo de la unidad ya que jurídicamente el
Ayuntamiento actual la tenía en posesión material, luego entonces se debió
iniciar un juicio civil de requerimiento y entrega de la unidad si en verdad es
de su propiedad, cosa que no fue así, lo que demuestra que el gobierno
municipal de Fararoni solo fue una pantomima, un engaño, una farsa, se burló
del pueblo, pero sobre todo daño su reputación y la de su familia, todo por sus
trivialidades, como todo buen junior hizo de los dineros de todos los
sanandrescanos lo que quiso.
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