Luis Velázquez
Caciques
sindicales
Entre ellos, y por ejemplo: Enrique Levet
Gorozpe, El papo, líder del FESAPAUV, que aglutina a unos 6 mil académicos,
desde hace 19 años, por cumplir dos décadas, y quien cuando fuera diputado
local compró un ranchito en San Cenobio, al que rebautizó con el nombre de “San
Cenobio de Fidel Herrera”, con tanto gusto que el góber fogoso cortó el listón
y develó la placa.
Tomás Tejeda Cruz, “El que-qui” (por su
quijada de artista) dirigente estatal de la CROC desde hace 32 años.
Nino Baxin, diputado local, oaxaqueño de
origen, líder del sindicato de recolectores de basura de “la ciudad más bonita
del país”, el puerto jarocho, desde hace veinte años.
Pascual Lagunes Ochoa, dirigente del
sindicato de TAMSA desde hace 21 años y que le ha permitido comprar 800
hectáreas en los estados de Veracruz y Campeche, mil cabezas de ganado y 6 caballos
de carrera, de los cuales 4 juegan en el Hipódromo de las Américas.
Manuel Sepúlveda, dueño del sindicato de los
albañiles, desde hace 30 años, y quien lleva la vida de un pachá.
Enrique Ramos, líder de los trabajadores
azucareros de Veracruz, con 35 años de antigüedad en el poderío sindical.
Jorge Wade, dirigente del sindicato de los
petroleros, sección 10, con sede en Minatitlán, desde hace 25 años.
Ramón Hernández Toledo, líder del sindicato
de los petroleros, con sede en Coatzacoalcos, desde hace 25 años.
Víctor Flores Morales, líder del gremio
ferrocarrilero nacional desde hace 20 años, y que le ha permitido llegar en
repetidas ocasiones al Congreso de la Unión como diputado federal plurinominal.
Juan Nicolás Callejas Arroyo, 6 veces
diputado local y federal pluri, siempre coordinador de la bancada priista en el
Congreso, dueño de la sección 32 del SNTE desde hace 32 años, y a uno de cuyos
ranchos, ubicado en el sur de Veracruz, el pueblo lo bautizó con el nombre de
“El sapo”, porque de pronto el rancho fue inflándose a los lados con mayor
número de hectáreas.
Por supuesto, faltan más especímenes de la
realeza sindical de Veracruz, todos perpetuados en el poder, sin que ninguna
voluntad obrera ni política los mueva.
Por el contrario, su permanencia en el poder
significa un atropello a la vida democrática.
LUCRATIVO EL LIDERAZGO SINDICAL
Plutarco Elías Calles fundó el partido
abuelito del PRI y repartió el país entre los generales y los caudillos de cada
región geográfica a cambio de mantener la paz y la tranquilidad de los
sepulcros.
Luego, cuando la familia revolucionaria en el
poder se multiplicó, los generales y caudillos fueron relevados por los
gobernadores civiles de mano y puño duro y firme y los dirigentes sindicales.
Aquellos tiempos de Fidel Velázquez
perpetuado en el trono más allá, incluso, de su longevidad, y quien servía sin
pudor a los intereses políticos de la generación en el poder federal.
Así, y con un brinco en la historia, Veracruz
está cundido de Fidelitos pues todos sueñan con morir en el cacicazgo obrero
que ha permitido, y por ejemplo, como simple muestra, al dueño del gremio
petrolero, Carlos Romero Deschamps, comprar un avión para que su hijita pasee a
sus mascotas, un par de perritos.
Pero también, obsequiar a uno de sus hijos un
Ferrari de dos millones y medio de pesos.
Y al mismo tiempo, desviar 800 millones de
pesos de PEMEX a la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa, el
priista que fuera derrotado por Vicente Fox Quesada.
Después de la política, el oficio, actividad,
profesión más lucrativa es el liderazgo sindical, pues, incluso, hasta los
políticos suelen doblegarse ante el imperio y emporio sindical.
LÍDER SÚPER MILLONARIO
Entre los líderes sindicales y la empresa y/o
el gobierno suele darse una componenda, valores entendidos, para que a cambio
de grandes satisfactores, privilegios, planchen a los trabajadores.
Por ejemplo, un caso avasallante, de acuerdo
con las versiones en cada revisión anual del contrato colectivo en la
Universidad Veracruzana, el líder es premiado con un billete, pero además,
hasta con una camioneta nuevecita con valor cercano a los 800 mil pesos.
Además, claro, de que le otorgan una, dos,
tres plazas a la familia, y en unos casos, plaza académica para que, oh
paradoja, impartan clases en el Sistema Abierto el día domingo de las 8 a las
14 horas, y con lo que el trabajo solo consiste en firmar la hora de entrada y
de salida, porque ningún estudiante se aparece.
Claro, si hablamos de las canonjías en la UV,
más, mucho más grandes son en TAMSA, donde Pascual Lagunes, quien de litigante
despachaba debajo de un árbol como oficina en las agencias del Ministerio
Público y juzgados, quitando clientela a otros abogados, y ahora en el trono
sindical se ha convertido en un súper millonario.
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