Julio Alonso Iglesias
El Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española define la palabra simulación como:Alteración aparente de la causa, la
índole o el objeto verdadero de un acto o contrato.
El deporte Veracruzano se
encuentra inmerso en un mundo de simulación y delincuencia, ya que
asociaciones, parques, sindicatos e instituciones públicas gubernamentales no
se dedican a otra cosa que simular que trabajan y solo saquean los fondos y
tesorerías destinadas a favorecer a unos cuantos.
Un ejemplo es la natación, Sobre
lo que necesita la natación en México para poder desarrollar talentos y poder
ser potencia, se necesita haber un trabajo bien coordinado, tener un director
técnico, no hay quien dirija la natación y solo son esfuerzos aislados que no
lo pueden hacer solo los entrenadores, quienes frecuentemente los eventos los
pagan ellos de sus bolsillos cuando tienen que asistir y a sus seminarios de
capacitación.
Lo queda más pena es ver este
impresionante complejo acuático y que solo lo sacan adelante los clavados,
porque la natación aquí es un fracaso; hay un solo nadador que representa a
Veracruz, y eso es ridículo, la gente que ha manejado este complejo en 15 años
no hacen lo que se debe de hacer con un complejo que vale más de 350 millones
de pesos, y la natación en Veracruz tiene más de veinte años de retraso.
Por
otros lado hay deportes financiados por el gobierno, que son como tirar dinero al sanitario, un ejemplo lo
tenemos en el gobierno estatal que durante las 10 campañas que la universidad
financió a los Halcones UV –a las que se suman dos temporadas (2007 y 2008) en
que subsidió junto con el municipio a los Halcones Córdoba y dos más
(2005 y 2006) en que se hizo cargo de los Halcones Rojos en el puerto de
Veracruz–, esta casa de estudios gastó 700 millones de pesos en tres equipos
profesionales de baloncesto.
El
esquema con que se trabaja este equipo y de otros deportes del gobierno es el
mismo que en México utilizan algunos dueños de equipos profesionales de futbol
y béisbol. Estos empresarios buscan que sus clubes sean financiados por
gobiernos estatales o municipales, e incluso juegan sus partidos en
instalaciones públicas para no pagar el mantenimiento ni la operación del
inmueble.
Es lamentable que esos jugadores mientras los cobijaba la UV
devengaran salarios que rebasaban por mucho los sueldos de investigadores y
docentes de esa casa de estudios, afortunadamente la nueva rectoría, actuó de
manera adecuada, y se deshizo de un equipo
parásito que solo enriquecía a un Veracruzano oportunista dueño de la
franquicia (Lo malo es que ahora el gobierno estatal vía el DIF, mantiene a un
equipo costoso que no beneficia al pueblo Veracruzano, salvo a los amigos de
Javier Duarte).
No
acabaríamos nunca de hablar de las decenas de asociaciones deportivas que en
realidad, casi en su totalidad es negocio de familias, que de manera vitalicia
se han apoderado de ellas y los subsidios solo benefician a estas personas y no
al deporte que se supone representan.
Un ejemplo es la asociación de
esgrima, cuyo titular lleva décadas a cargo de la asociación y su familia ocupa
todos los puestos directivos y engañan al Instituto del Deporte veracruzano,
con documentos falsos como cartas de cotización como si fueran pedidos y
dan recibos fiscales de la asociación en lugar de las facturas de compra, ya
que los recibos se dan de una asociación civil y por lo mismo gozan de
beneficios fiscales, por lo que el total del dinero es para el clan ”rata” que
control este deporte. Y así están la
inmensa mayoría de las asociaciones y el Instituto del Deporte Veracruzano bien
gracias, no hace nada ya que su fin es mantener una cueva de vividores y
funcionarios ineptos.
Mientras exista un gobierno
Duartista que solo se especializa en simular éxitos como los Juegos del hambre
Centroamericanos, Veracruz no podrá ofrecer una salud integral al pueblo
Veracruzano, y solo exhibiciones de equitación para divertir a un puñado de
gente alejada del pueblo de México.
La reflexión es suya hasta la próxima.
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