El que tiene ojos y no quieren ver, el que
tiene oídos y no quiere escuchar, es que anda mal, esto viene al caso por
aquello de que el candidato del PRI a la diputación federal, su popularidad va
en aumento, ha posicionado su imagen en todo el distrito, su discurso convence,
la realidad de los hechos es que resuelve problemas de inmediato, no promete,
ni se compromete a nada, pero los “agoreros” pretenden hacer creer que su
campaña anda mal, nadie puede ser actor de oídas, solo el que está en el lugar
de los hechos, crear falsas expectativas en redes sociales o falsos facebook,
está faltando a la verdad, al derecho de estar bien informado y no tener ética
en su derecho a la libertad de expresión.
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