Domiciano
“Domy” Pucheta González
FECHAS PARA RECORDAR:
El 12 de abril de 1954.- Muere en la Ciudad
de México, el general y político michoacano Francisco J. Mújica, quien
participó en la elaboración y firma del Plan de Guadalupe y en la redacción de
los artículos 3, 27, y 123 de la Constitución de 1917.
El 13 de abril de 1772.- Nace en Tecpan (hoy
de Galeana) Guerrero, Hermenegildo Galeana. Se unió a la lucha por la
Independencia en 1810 junto con otros miembros de su familia. Tomó Taxco y
defendió valerosamente el sitio de Cuautla, donde Morelos le tenía confiada la
fortificación en uno de los puestos de mayor importancia y peligro.
El 14 de abril de 1823.- El Congreso expide
una ley señalando, que el Escudo Nacional Mexicano, sea el diseño usado por el
gobierno de los defensores de la Independencia de México.
El 15 de abril de 1817.- Francisco Javier
Mina, liberal español que combatió por la causa de la Independencia de México
desembarca en Soto la Marina, Tamps.; para impulsar el movimiento. Se internó
en el país con un poco más de 300 soldados. Realizo una impresionante campaña,
participando en múltiples combates.
El 16 de abril de 1531.- La fundación de “La
Puebla de los Ángeles” se efectuó en uno de los solares que no se repartieron,
se improvisó un cobertizo donde Fray Toribio de Benavente celebró la primera
misa para bendecir los terrenos. El 20 de marzo de 1532 por real cédula se
concedió a la nueva Puebla el título de “Ciudad de la Puebla de los Ángeles”.
La inauguración solemne de la ciudad, se verificó el 29 de septiembre del
propio año. Actualmente se le denomina “Puebla de Zaragoza”, en honor del héroe
de la Batalla del 5 de mayo.
El 17 de abril de 1902.- Nace en la ciudad de
México don Jaime Torres Bodet, escritor, político y diplomático. Desempeñó
importantes cargos políticos y culturales, entre los que destacan el de
Secretario de Educación Pública, en 2 ocasiones, Secretario de Relaciones
Exteriores y el de Director General de la UNESCO. En 1966 recibió el Premio
Nacional de Letras.
El 18 de abril de 1833.- Fue fundada la
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, con el nombre de Instituto
Nacional de Geografía de la Republica Mexicana. Su primer presidente y fundador
fue don José Gómez de la Cortina, Conde de la Cortina. Colabora con el gobierno
y con instituciones privadas.
Cuenta con una biblioteca, una hemeroteca y
una mapoteca.
FRASES
CELEBRES:
“Honestidad: la mejor de todas las artes
perdidas”. Mark Twain (Samuel Langhorne Clemens), escritor estadounidense.
“La libertad que hay que dar al pueblo es la
cultura”. Miguel de Unamuno, escritor español.
“Declaro que nuestra alma, aprisionada y
hundida entre el error y la estulticia, anda buscando el cambio de la verdad,
si es que la verdad existe”. San Agustín de Hipona), teólogo y filósofo
APRENDER
DEL PASADO: LA GUERRA PERSONAL DE PANCHO VILLA.
Empecemos desde el principio. Han de saber
que los antecedentes de la “guerra personal” de Villa contra los norteamericanos
están en una serie de agravios recibidos por el Centauro del Norte por parte de
Estados Unidos, después del reconocimiento al gobierno de Carranza. Una vez
derrotada la División del Norte en abril de 1915 en el Bajío, lo que siguió en
su contra fue un implacable embargo de armas por parte de Estados Unidos, que
no dejó más camino que conseguirlas a través de comerciantes inescrupulosos
para luego ser introducidas ilegalmente en territorio nacional.
A Villa le quedaban pocos caminos por seguir:
o se rendía, o huía, o continuaba su lucha con los escasos recursos que le
quedaban. Los avances del gobierno carrancista sobre el terreno que una vez fue
suyo le apretaban como tenazas de las que pronto no escaparía. Decidió entonces
disolver su ejército en la Hacienda de Bustillos e iniciar su guerra de
guerrillas, en espera de mejores tiempos.
Sentía una particular amargura por la actitud
de los estadounidenses, a quienes tanto protegió en sus vidas y bienes a lo
largo de la Revolución. Así las cosas, escuchaba con cada vez mayor atención a
quienes le aconsejaban que se vengara por tanta ingratitud.
El 16 de enero de 1916, mientras un tren
ocupado por un grupo de ingenieros y trabajadores de esa nacionalidad se
dirigían de la ciudad de Chihuahua al mineral de Cusihuiriáchic, a su paso por
el poblado de Santa Isabel, un grupo villista cayó sobre el convoy y asesinó a
sangre fría a casi todos sus ocupantes.
A resultas de este ataque, Villa se llevó un
respetable botín, muy apropiado en esas épocas de crisis, para luego perderse
en la serranía. Washington protestó ruidosamente ante el gobierno de México,
exigiéndole la nada despreciable suma de un millón 280 mil dólares, situación
que agradó a Villa, quien vio en las presiones de Estados Unidos una manera de
debilitar al presidente Carranza. Un rencor se sumó a otros: Wilson permitió a
las tropas del gobierno el paso franco por territorio norteamericano para
auxiliar el general Plutarco Elías Calles, que entonces se encontraba en Agua
Prieta a punto de sucumbir ante el asedio villista.
Con esta derrota, el guerrillero sufrió más
defecciones de sus filas, entre ellas se encontraba la de un michoacano llamado
Lázaro Cárdenas. Ya no tenía otro pensamiento que el de la venganza, y la gota
que derramó el vaso fue una nueva traición, ahora la de uno de sus proveedores
de armas y parque: Samuel Rabel, comerciante de Columbus, Nuevo México,
villorio infame y no menos polvoriento situado en medio del desierto, a cuatro
kilómetros de la línea fronteriza.
En la madrugada del 9 de marzo de 1916, los
villistas cortaron los alambres que dividían los dos países y se dirigieron a
localizar a Rabel y a su hermano. La única defensa de Columbus era un
destacamento dormido de 300 hombres del Regimiento Decimotercero de Caballería
del Ejército de Estados Unidos. Lo sorpresivo del ataque los mantuvo a raya,
después de que sus centinelas fueron apuñalados, mientras una columna de
“dorados” irrumpía en el poblado como demonio escupidos del infierno. Aquí y
allá caían los despavoridos habitantes que salían a su paso, aunque no se
llamara Samuel Rabel, quien, por cierto, esa noche se encontraba en El Paso
curándose de un dolor de muelas. Los incendios de los negocios de Rabel
iluminaban y hacían más tétrica la noche del frío y ventoso desierto. El
escándalo fue mayúsculo, Washington protestaba ante el gobierno de Carranza,
que estaba tan sorprendido como los vecinos del norte, y la prensa amarillista
clamaba por venganza. El presidente Wilson, precipitadamente y sin medir las
consecuencias, envió al general John J. Pershing el 15 de marzo a pasar la
frontera al mando de la Expedición Punitiva. Su propósito era capturar a Villa
evitando todo contacto con las tropas mexicanas. El 6 de febrero de 1917 la
expedición se retiro con las manos vacías. Por Guadalupe Ludeza, escritora
mexicana.
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