viernes, 11 de abril de 2014

LAS HOJAS DE LA HISTORIA



Domiciano “Domy” Pucheta González
FECHAS PARA RECORDAR:
El 12 de abril de 1954.- Muere en la Ciudad de México, el general y político michoacano Francisco J. Mújica, quien participó en la elaboración y firma del Plan de Guadalupe y en la redacción de los artículos 3, 27, y 123 de la Constitución de 1917.
El 13 de abril de 1772.- Nace en Tecpan (hoy de Galeana) Guerrero, Hermenegildo Galeana. Se unió a la lucha por la Independencia en 1810 junto con otros miembros de su familia. Tomó Taxco y defendió valerosamente el sitio de Cuautla, donde Morelos le tenía confiada la fortificación en uno de los puestos de mayor importancia y peligro.
El 14 de abril de 1823.- El Congreso expide una ley señalando, que el Escudo Nacional Mexicano, sea el diseño usado por el gobierno de los defensores de la Independencia de México.
El 15 de abril de 1817.- Francisco Javier Mina, liberal español que combatió por la causa de la Independencia de México desembarca en Soto la Marina, Tamps.; para impulsar el movimiento. Se internó en el país con un poco más de 300 soldados. Realizo una impresionante campaña, participando en múltiples combates.
El 16 de abril de 1531.- La fundación de “La Puebla de los Ángeles” se efectuó en uno de los solares que no se repartieron, se improvisó un cobertizo donde Fray Toribio de Benavente celebró la primera misa para bendecir los terrenos. El 20 de marzo de 1532 por real cédula se concedió a la nueva Puebla el título de “Ciudad de la Puebla de los Ángeles”. La inauguración solemne de la ciudad, se verificó el 29 de septiembre del propio año. Actualmente se le denomina “Puebla de Zaragoza”, en honor del héroe de la Batalla del 5 de mayo.
El 17 de abril de 1902.- Nace en la ciudad de México don Jaime Torres Bodet, escritor, político y diplomático. Desempeñó importantes cargos políticos y culturales, entre los que destacan el de Secretario de Educación Pública, en 2 ocasiones, Secretario de Relaciones Exteriores y el de Director General de la UNESCO. En 1966 recibió el Premio Nacional de Letras.
El 18 de abril de 1833.- Fue fundada la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, con el nombre de Instituto Nacional de Geografía de la Republica Mexicana. Su primer presidente y fundador fue don José Gómez de la Cortina, Conde de la Cortina. Colabora con el gobierno y con instituciones privadas.
Cuenta con una biblioteca, una hemeroteca y una mapoteca.
FRASES CELEBRES:
“Honestidad: la mejor de todas las artes perdidas”. Mark Twain (Samuel Langhorne Clemens), escritor estadounidense.
“La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura”. Miguel de Unamuno, escritor español.
“Declaro que nuestra alma, aprisionada y hundida entre el error y la estulticia, anda buscando el cambio de la verdad, si es que la verdad existe”. San Agustín de Hipona), teólogo y filósofo
APRENDER DEL PASADO: LA GUERRA PERSONAL DE PANCHO VILLA.
Empecemos desde el principio. Han de saber que los antecedentes de la “guerra personal” de Villa contra los norteamericanos están en una serie de agravios recibidos por el Centauro del Norte por parte de Estados Unidos, después del reconocimiento al gobierno de Carranza. Una vez derrotada la División del Norte en abril de 1915 en el Bajío, lo que siguió en su contra fue un implacable embargo de armas por parte de Estados Unidos, que no dejó más camino que conseguirlas a través de comerciantes inescrupulosos para luego ser introducidas ilegalmente en territorio nacional.
A Villa le quedaban pocos caminos por seguir: o se rendía, o huía, o continuaba su lucha con los escasos recursos que le quedaban. Los avances del gobierno carrancista sobre el terreno que una vez fue suyo le apretaban como tenazas de las que pronto no escaparía. Decidió entonces disolver su ejército en la Hacienda de Bustillos e iniciar su guerra de guerrillas, en espera de mejores tiempos.
Sentía una particular amargura por la actitud de los estadounidenses, a quienes tanto protegió en sus vidas y bienes a lo largo de la Revolución. Así las cosas, escuchaba con cada vez mayor atención a quienes le aconsejaban que se vengara por tanta ingratitud.
El 16 de enero de 1916, mientras un tren ocupado por un grupo de ingenieros y trabajadores de esa nacionalidad se dirigían de la ciudad de Chihuahua al mineral de Cusihuiriáchic, a su paso por el poblado de Santa Isabel, un grupo villista cayó sobre el convoy y asesinó a sangre fría a casi todos sus ocupantes.
A resultas de este ataque, Villa se llevó un respetable botín, muy apropiado en esas épocas de crisis, para luego perderse en la serranía. Washington protestó ruidosamente ante el gobierno de México, exigiéndole la nada despreciable suma de un millón 280 mil dólares, situación que agradó a Villa, quien vio en las presiones de Estados Unidos una manera de debilitar al presidente Carranza. Un rencor se sumó a otros: Wilson permitió a las tropas del gobierno el paso franco por territorio norteamericano para auxiliar el general Plutarco Elías Calles, que entonces se encontraba en Agua Prieta a punto de sucumbir ante el asedio villista.
Con esta derrota, el guerrillero sufrió más defecciones de sus filas, entre ellas se encontraba la de un michoacano llamado Lázaro Cárdenas. Ya no tenía otro pensamiento que el de la venganza, y la gota que derramó el vaso fue una nueva traición, ahora la de uno de sus proveedores de armas y parque: Samuel Rabel, comerciante de Columbus, Nuevo México, villorio infame y no menos polvoriento situado en medio del desierto, a cuatro kilómetros de la línea fronteriza.
En la madrugada del 9 de marzo de 1916, los villistas cortaron los alambres que dividían los dos países y se dirigieron a localizar a Rabel y a su hermano. La única defensa de Columbus era un destacamento dormido de 300 hombres del Regimiento Decimotercero de Caballería del Ejército de Estados Unidos. Lo sorpresivo del ataque los mantuvo a raya, después de que sus centinelas fueron apuñalados, mientras una columna de “dorados” irrumpía en el poblado como demonio escupidos del infierno. Aquí y allá caían los despavoridos habitantes que salían a su paso, aunque no se llamara Samuel Rabel, quien, por cierto, esa noche se encontraba en El Paso curándose de un dolor de muelas. Los incendios de los negocios de Rabel iluminaban y hacían más tétrica la noche del frío y ventoso desierto. El escándalo fue mayúsculo, Washington protestaba ante el gobierno de Carranza, que estaba tan sorprendido como los vecinos del norte, y la prensa amarillista clamaba por venganza. El presidente Wilson, precipitadamente y sin medir las consecuencias, envió al general John J. Pershing el 15 de marzo a pasar la frontera al mando de la Expedición Punitiva. Su propósito era capturar a Villa evitando todo contacto con las tropas mexicanas. El 6 de febrero de 1917 la expedición se retiro con las manos vacías. Por Guadalupe Ludeza, escritora mexicana.    

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