EL APLACON

Zit - Zen

Quien no sabe de política, la desconoce por completo, quien pretende ignorarla fracasa, quien se revela, sufre las consecuencias mediatas o futuras, quien acata la disposición siempre tendrá su recompensa y quien la aplica sabe tomar decisiones, todo esto viene a cuento por la proximidad de las elecciones al interior del Sindicato de Empleados municipales y es que ven tanto interés en participar que de bote pronto surge como candidato Celso Chiguil Pucheta, desconociendo la regla básica de la política, pretende rebasar la autoridad del presidencialismo de Manuel Rosendo Pelayo y confiado en el respaldo que bajo las sombras le pretende impulsar otro funcionario, se va por la libre luego de una larga ausencia de casi 12 años fuera del sindicato, desconoce que la palabra del presidente se respeta, y es que Celso Chiguil en afán de quererle ganar la delantera a la actual dirigente Olivia Carvallo Sinta organiza comidas y refrenda el compromiso de ganar a como dé lugar, sin medir que no tiene el consenso de la mayoría de los trabajadores, de ahí que cierto día el alcalde con gran colmillo político que tiene, llama a su funcionario más cercano y palabras más palabras menos le dijo: “O aplacas a ese cabrón o se va del Ayuntamiento”, y como en la regla no escrita, lo que diga el alcalde está bien dicho, y lo que haga está bien hecho, y así como una enseñanza política, el presidente le dio el aplacón.