viernes, 7 de febrero de 2014

Prosa aprisa



Arturo Reyes Isidoro
Al fin, la obra, para constructores locales
A finales del año pasado, durante una reunión privada con la cúpula empresarial de Xalapa a la que asistí como invitado del senador José Francisco Yunes Zorrilla en la que se trató el tema de la reforma fiscal y hacendaria que se discutía en el Congreso federal, al final surgieron comentarios producto de la inquietud y quejas de los hombres de negocios por lo que consideraban situaciones anómalas en la asignación de la obra pública oficial en el estado.
El comentario, que no se aguantaron algunos, fue que la mayoría, por no decir que toda la obra estaba siendo asignada a constructoras del Estado de México y de Hidalgo, lo que se entendió como un reproche al favoritismo por ser esas entidades los estados de origen del Presidente y del Secretario de Gobernación. Incluso entonces saltó el tema de las obras inconclusas o mal acabadas, lo que después afloró cuando Gerardo Buganza llegó a la hoy Secretaría de Infraestructura y Obra Pública.
Por eso, a mi juicio, cobra relevancia la confirmación que hizo ayer el gobernador Javier Duarte de Ochoa (ya Buganza en su momento lo había adelantado en su nombre) de que la obra pública en el estado será para constructores locales, con el propósito también de eliminar “el mito de que las grandes constructoras nacionales desplazan a las locales”, así como su instrucción de que se firmen nuevos convenios de colaboración que eliminen burocratismo y corrupción y que dinamicen la transparencia en el uso de los recursos.
Ya Buganza ha adelantado al respecto que no se darán más anticipos a constructoras que quieran hacer obra, pero que en cambio contra comprobación de recursos ejercidos y obra avanzada se irán pagando las llamadas ministraciones y una vez concluida la obra se pagará la totalidad a más tardar en un mes, todo producto de la mala experiencia que dejaron pasadas administraciones de la entonces Secretaría de Comunicaciones, que pagaron anticipos, nunca se hizo la obra e incluso la dieron por concluida y pagaron el total, lo que por cierto parece que no van a castigar pues ayer la mayoría de diputados locales aprobó la Cuenta Pública de 2012 y todo lo redujeron a faltas administrativas.
La noticia-confirmación de Duarte ayer es buena. Si se cumple, forzosa y necesariamente se impactarán las economías regionales y las mesas de los veracruzanos, cuya mano de obra era desplazada por fuereños, que además se llevaban todas las ganancias. Los bonos de Buganza crecen.
La campaña de Madero en Veracruz
La elección (o reelección) del nuevo dirigente nacional del PAN puede poner en un verdadero brete a los operadores políticos del Gobierno del estado: ¿moverán sus tentáculos para, trasmano, apoyar a fin de que los consejeros albiazules veracruzanos apoyen la reelección de Gustavo Madero?
Porque resulta que el gobierno de Enrique Peña Nieto está a gusto, tan a gusto con Madero que hará lo que pueda para que el barbón siga en la dirigencia de su partido y de paso continúe apoyando el Pacto por México y todas las iniciativas peñistas, como hasta ahora lo ha hecho.
La complicación en el estado es porque, según se comenta en círculos panistas, el grupo político de Miguel Ángel Yunes Linares se ha decantado por Madero y en el sector oficial de Veracruz un beso de Miguel es como un beso del diablo; pero si en todo caso Madero fuera reelecto, el grupo boqueño se fortalecería.
¿Qué hacer? ¿Apoyar a Peña apoyando a Madero aunque Yunes Linares juegue en ese equipo?, o,  ¿tratar de bloquear a Madero para bloquear a Miguel Ángel aunque con ello se bloquee a Peña?
Por  lo pronto, en el estado se está a la espera de la llegada del coordinador de la campaña de Madero, Sergio Barraza, quien estará 60 días en tierras veracruzanas, lapso que durará la campaña (la elección o reelección deberá ser entre abril y mayo).
En el escenario nacional panista Veracruz cobra relevancia porque es el estado con el mayor padrón de militantes blanquiazules, unos veintidós mil, por encima del Estado de México y Jalisco, y de ahí que los reflectores se enfoquen hacia tierras jarochas.
Mientras, los albiazules locales están en pleno proceso para elegir a los nuevos dirigentes municipales así como a los aspirantes a consejeros nacionales, a quienes se elegirá el próximo 1 de marzo (de 1,600 que llegarán como aspirantes sólo saldrán 18 consejeros, 60 por ciento hombres y 40 por ciento mujeres).
El domingo pasado ya hubo la elección en varios de los 165 municipios donde tienen derecho a hacer propuestas (porque de los 212 son los que tienen más de 31 miembros activos) y este domingo tendrán que completar el proceso.
A diferencia de los priistas donde los delegados se designan por dedazo, los panistas aparte de sus propuestas de aspirantes y su elección en una asamblea estatal, también pueden obtener el derecho a participar como aspirantes a ser consejeros pasando un examen que aplica el Comité Ejecutivo Nacional.
En diciembre, alrededor de unos 200 militantes se sometieron a dicho examen, para lo cual tuvieron que cumplir con los requisitos, entre ellos los de conocer al derecho y al revés los nuevos Estatutos, prueba que sólo pasaron unos 80.
Entre los activos del PAN se prevé que algunos que por su experiencia y su presencia partidista serán elegidos consejeros son Juan Bueno Torio, Julen Rementería del Puerto, Enrique Cambranis Torres (en realidad ellos son los tres poderosos que manejan actualmente el Comité Directivo Estatal), Bernardo Téllez Juárez, Tito Delfín Cano, Domingo Bahena Corbalá, Federico Salomón Molina, Agustín Basilio de la Vega, Omar Miranda Romero, José Mancha Alarcón y Gonzalo Herrera Barreda.
Toda esa nómina votará para reelegir a Gustavo Madero o elegir entre Josefina Vázquez Mota, Juan Manuel Oliva y Ernesto Cordero Arroyo. La ruleta ya está girando. Supuestamente los panistas buscan la unidad. Ya se verá qué tanto la logran después de sus asambleas.
El emplazamiento del Setsuv
Hasta ayer había indefinición sobre si el Setsuv, el sindicato de técnicos y manuales de la Universidad Veracruzana, aceptará el ofrecimiento que le ha hecho la Rectoría de aumento de sueldo, o si estalla la huelga el próximo domingo. Esta será la primera negociación de la rectora Sara Ladrón de Guevara. Y una vez que se resuelva lo del Setsuv, atrás viene el emplazamiento del Fesapauv, el sindicato de académicos.
De todos modos, para como andan las finanzas estatales, cualquier aumento, el porcentaje que sea, será una terrible loza más sobre las endebles arcas públicas del estado. Y a los trabajadores de la UV, a esos sí no se les puede fallar pues constituyen una fuerza que ningún gobierno antes ha querido inquietar.
Lectores, hago el fin de semana largo o minipuente. Nos encontramos el martes. ¡Ah! Y buen provecho por los tamales de La Candelaria.


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