viernes, 19 de diciembre de 2014

Prosa aprisa

Arturo Reyes Isidoro
Trapecios e incongruencias
“La candidatura no la ando buscando, ella me anda buscando a mí”.
Esta chulada la dijo un trapecista profesional de la política, Renato Tronco Gómez, ex alcalde de Las Choapas y actual diputado local por el distrito XXX (Coatzacoalcos II).
La frase la recordó el portal MunicipiosSur.com, del colega Federico Lagunes, a propósito de que mejor que los históricos hermanos Walenda, quienes volaban y saltaban de un trapecio a otro en el Circo Atayde, el señor Tronco ha iniciado ya una maroma más en el aire, y así como brincó del PAN al PRI y del PRI al PVEM, ahora se ha soltado ya y está a punto de asirse, sin que se le caiga el sombrero en el vuelo y la maroma, a las siglas de Movimiento Ciudadano (MC) para desde este partido buscar la diputación federal por el distrito de Coatzacoalcos.
Este chapulín de la política rindió informe el domingo en Villa Allende, congregación de Coatzacoalcos, y ahí renunció oficialmente a la coalición que lo llevó a la diputación local, PVEM-PRI, y prácticamente se echó en seguida en brazos del ex gobernador de Veracruz y actual líder de MC, Dante Alfonso Delgado Rannauro. La dirigente municipal de ese partido, Nora Cortázar Luna aceptó que Tronco engrosaría sus filas, lo que haría oficial mañana miércoles.
Si se recuerda, este señor cuando quiere bloquea a su antojo la carretera que va de Coatzacoalcos a Villahermosa, Tabasco,  alguna vez llegó al Congreso local a caballo y con todo y cuaco ingresó al Palacio Legislativo, y cuando le asignaron su cubículo le pareció poca cosa y trasladó sus oficinas a una lujosa camioneta que aparcó en el estacionamiento. Nadie le dice nada, nadie puede con él.
Ahora presionará y exigirá al próximo candidato del PRI por Coatzacoalcos, Marcelo Montiel. Le va a dar dolor de cabeza.
En un “político” como este la incongruencia es un modo de ser, de sobrevivir y de medrar con la política. No se puede esperar de él otra cosa.
En cambio, no lo digiero, por el respeto con el que lo veo y por la seriedad que se supone hay en él, en un actor como el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, presbítero José Manuel Suazo Reyes, quien es víctima del síndrome de la Chimoltrufia, que como dice una cosa dice otra; que cae en un trapecismo verbal.
El 16 de junio pasado, tan pronto como el Grupo Legislativo del PAN presentó en el Congreso local una iniciativa de reforma política en la que proponía la gubernatura de dos años, el presbítero, en nombre de la Arquidiócesis, se pronunció en contra pues dijo que prácticamente sería tiempo perdido.
Dijo que en dos años la población veracruzana no vería el trabajo ni los resultados de un proyecto, por lo que prácticamente serían dos años perdidos.
"Un año para programar y otro para empezar a ejecutar y convencer a la población de lo que quieren hacer, sería como mucho desgaste y si a eso agregamos la colaboración que tienen los partidos, que no se ponen de acuerdo y tienen que negociar demasiado y ceder en muchas cosas, yo dirá que no es realizable".
"Es una posibilidad, pero en dos años lamentablemente es poco tiempo para que una persona haga un proyecto y tenga efecto aquello que se organiza y que dé resultados. Lamentablemente en lo que llega una persona al gobierno, busca a sus colaboradores, se sientan a planear, en eso se les puede ir el tiempo y al siguiente año prácticamente ya se estarían despidiendo", registró entonces que dijo la reportera Claudia Montero, del portal alcalorpolitico.com. ¿O acaso declaró eso porque la iniciativa era del PAN?
Porque seis meses después, cuando la iniciativa la presenta el PRI, dice lo contrario, apoya la iniciativa oficial (el arzobispo Hipólito Reyes Larios ya apoyó públicamente a Erick Lagos Hernández como aspirante a la gubernatura por Acayucan; ahora el vocero, al gobernador Javier Duarte de Ochoa en su iniciativa de una gubernatura de dos años), e incluso deja la sensación de que arrima el caballo contra los Yunes del PRI y del PAN contrarios a la corriente oficial.
La compañera Jacy Meza Lagunes publicó ayer en su columna “Meza Política” que el padre Suazo le declaró que la Iglesia está de acuerdo con el gobierno de dos años. “Yo creo que tiene bondades, por ejemplo el hecho que me parece muy bueno  es homologar las elecciones de nuestro estado con las federales y eso cuantitativamente representa un ahorro para el estado, para las instituciones, menos desgaste, la gente ya está cansada de que cada año haya elecciones, y me parece que entonces esta propuesta en ese sentido es positiva, porque trae una bondad para nuestro estado”.
“El padre José Manuel Suazo Reyes arremete en contra de los políticos en desacuerdo, contreras: ‘les afecta posiciones personales, afecta intereses, pero, bueno, aquí hay que poner al estado sobre los bienes particulares’”.
Si hace seis meses decía que “dos años lamentablemente es poco tiempo”, leamos que expresa ahora: “Otro fantasma que hay que quitarse es que los políticos dicen que es poco tiempo. Miren, quien quiere trabajar en poquito tiempo puede hacer muchísimas cosas. Aquí necesitamos gente que quiera trabajar, que quiera nuestro estado, que se comprometa con la verdad y la justicia y muchas cosas se pueden arreglar en poquito tiempo si se quiere trabajar”.
Contrario a lo que afirmaba en junio pasado, ahora señala: “Si los políticos lo que quieren es dedicarse a planear, a proyectar demasiado, tener muchas reuniones, entonces se les va a pasar el tiempo y no les va a alcanzar, ni dos años, tampoco seis años les va a alcanzar para resolver los problemas de Veracruz”.
Qué triste esta contradicción en un líder moral y religioso, cuyo instrumento más valioso es la palabra. Sinceramente, extraño la seriedad de monseñor Sergio Obeso Rivera, del padre y exvocero de la Diócesis, mi maestro José Benigno Zilli Mánica, incluso del exvocero José Juan Sánchez Jácome.
Difiere de su postura, en cambio, el obispo de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, quien califica la iniciativa como una “vacilada”. “Esto no puede ser, ya muchos lo han dicho, los empresarios, los partidos de oposición, así vamos diciendo todos. Hombre, que entiendan”, mientras que su homólogo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal también consideró que dos años es muy poco tiempo para que se desarrolle un verdadero trabajo en beneficio de la población.
En otra encuesta, Héctor va a la cabeza
Ayer me llegó otra encuesta, ésta de la Federación de Universidades e Instituciones Particulares de Educación Superior (FUIPES).  La encuesta fue realizada del 1 al 08 de diciembre pasado entre 1266 estudiantes,  catedráticos, administrativos y directivos de universidades de todos los distritos electorales del estado, con  un margen de error de +/- 3.50%.
Ante la pregunta, ¿quién le gustaría que fuera candidato al Gobierno del Estado de Veracruz?, la respuesta arroja el siguiente resultado: Héctor Yunes Landa, 33.20%; Miguel Ángel Yunes Linares, 28.25%; y José Yunes Zorrilla, 16.14%. Entre simpatizantes del PRI: Héctor Yunes Landa, 64.25%; José Yunes Zorrilla, 23.32%; y Miguel Ángel Yunes Linares, 08.00%. Entre simpatizantes del PAN: Miguel Ángel Yunes Linares, 69.20%; Héctor Yunes Landa, 18.14%; y José Yunes Zorrilla, 10.12%.
El tema no afloja. Ayer, el joven senador panista Fernando Yunes Márquez envió un boletín donde reitera su propuesta de una gubernatura de cinco años. Recuerda que esa propuesta la presentaron el pasado 11 de noviembre, en la que plantearon una gubernatura y una legislatura de 5 años a elegirse en el 2016 y regresar a las alcaldías de 3 años a elegirse en el 2021.  “Son las que verdaderamente benefician a los veracruzanos”.
Con su iniciativa, afirma, se tendría un ahorro aproximado de 1,300 millones de pesos (da una explicación con números), no se generaría una inestabilidad política y social, los programas de gobierno podrían llevarse a cabo de manera eficiente y no se detendría la inversión privada, entre muchos otros beneficios.
Si el tema ya lo tiene harto, desquítese esta noche dándole duro a la piñata en la primera posada, que por ningún motivo hay que perderse. A ver a mí en dónde me toca ir a cantar las letanías para que me den posada… y un traguito (si los piñateros fueran más ingeniosos ya hubieran hecho muñecos de cartón y papel, con una olla de barro al centro, con las imágenes de Duarte, Erick, Alberto, Pepe, Héctor, Miguel Ángel y Fernando, a ver a quién le darían más duro).

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