Dr. Andy
Escribano Pérez
HABITOS
ANOMALOS
Los
seres humanos presentan infinidad de hábitos orales, como la succión digital y
el chupeteo pueden modificar la posición de los dientes y la relación y forma
de las arcadas dentarias. Los hábitos de la presión interfieren en el
crecimiento normal y en la función de la musculatura orofacial. Es un hecho que
una presión de sólo 50 mg durante un periodo de 12 horas provoca un
desplazamiento considerable de un diente.
Este
hábito trae como consecuencia una maloclusión que va acompañada de un gran
resalte incisivo, aunque también puede aparecer como una variante o sustitución
de la succión digital. En la mayoría, el labio inferior es el que se encuentra
implicado, aunque se han observado hábitos de mordisqueo del labio superior.
La
interposición repetida del hábito inferior entre ambos incisivos da como
resultado una protusión superior, una lingualización del frente incisivo
mandibular, con el consiguiente incremento del resalte y una mordida abierta
anterior.
El
uso del chupete es un hecho frecuente en la mayoría de los niños menores de dos
años de edad.
Durante
la dentición temporal, el uso continúo del chupete esta siempre asociado con la
presencia de una mordida abierta anterior y a menudo de una mordida cruzada
posterior.
La
mordida abierta anterior es consecuencia de una inhibición del crecimiento
vertical de la porción anterior de la apófisis alveolar. El efecto suele ser
transmitorio y cuando cese el hábito se restablece el contacto incisal en un
corto periodo de tiempo.
La
alta incidencia de mordida cruzada posterior observada en los niños pequeños
con hábitos de chupeteo es debida probablemente, al incremento de la actividad
muscular de las mejillas, combinada con la falta de soporte y presión lingual
sobre los caninos y molares superiores debido a que la lengua se desplaza hacia
atrás y hacia abajo ante la presencia del chupete en la cavidad oral.
La
mordida cruzada posterior de un niño con hábito de chupete no implica que los
dientes permanentes necesariamente hagan erupción en esta posición. Se ha
observado que más de la mitad de 75 niños con uso prolongado de chupete a la
edad de 4 años no presentaban ningún tipo de maloclusión en su dentición
permanente. La razón de este hecho se atribuye a que el hábito desaparece mucho
antes de la erupción de premolares y caninos. Incluso en los casos en los que
el hábito persiste después de la erupción de los primeros molares, su efecto en
la posición transversal no parece ser significativa; parece que el chupete no
llega más allá del nivel del segundo molar temporal permitiendo a la lengua
ocupar la porción posterior de la cavidad bucal y proporcionar a los molares el
soporte necesario y la estabilidad transversal del arco.
La
interposición lingual se caracteriza por la interposición de la lengua entre
las arcadas dentarias en el acto de deglutir dando como resultado la protusión
de ambos incisivos y la mordida abierta.
Dr.
Andy Escibano Pérez Consultas Matías Romero No.4
TEL.-
94-2-22-31 Y CEL.- 294-105-63-64.
No hay comentarios:
Publicar un comentario