Gustavo Cadena Mathey
¡Qué
acogedora acogida!
“En este mundo traidor, nada es
verdad ni mentira: todo es según el color del cristal con que se mira”. Ramón
de Campoamor. Poeta español.
Buen día
apreciado lector.
Entre esa
chocante y mal hecha propaganda con la que nos atosigan en estos días uno de
los partidos políticos, se dice que los mexicanos no estamos nada contentos
y no aplaudimos nada.
Este
reportero como siempre lo ha establecido es muy respetuoso del punto de vista
de los lectores, cadas quien ve las cosas desde su perspectiva; sin embargo en
lo que aquí se comenta es parte de un hecho acaso momentáneo, acaso permanente,
pero la reacción observada no deja lugar a dudas de lo que sucedió allá en San
Andrés Tuxtla donde uno de los más contentos debe ser el alcalde Manuel Rosendo
Pelayo.
Pues vaya
chasco que se habrán llevado los que difunden ese promocional si vieron
por internet en la página de la Presidencia de la República el multitudinario
acto “Sin hambre Veracruz prospera”, que encabezó este lunes a mediodía en San
Andrés Tuxtla, el Presidente Enrique Peña Nieto donde la gente se le entregó
como si fuera galán de película.
A
diferencia de otras ocasiones que aterriza en la base aeronaval de Veracruz,
esta vez el Presidente fue recibido por el joven gobernador Javier Duarte, la
diputada Octavia Ortega Arteaga y el magistrado Alberto Sosa Hernández en el
aeropuerto Canticas de Minatitlán y juntos se trasladaron en helicópero al
campo deportivo “Lino Esbio”, de San Andrés.
Apenas
llegó empezaron los aplausos, las porras bien ensayadas, el “olé, olé olé” y
pues el mandatario se dejó querer; se salió del protocolo, se metió entre
hombres, mujeres y niños que lo saludaban, apapachaban, le abrazaban, le ponían
la mano en el hombro o en el corazón; alguna lo nalgueó y otra más bajita, se
estiró a besarle la mejilla.
El hombre
se puso feliz y durante unos veinte minutos fue de aquí para allá y de allá,
para acá, se tomó fotos, caminó, trotó entre las filas con centenares de
tuxtlecos y al final prácticamente corrió hacia el templete seguido del
gobernador y los ayudantes, todos también bañados en sudor.
Habló el
gobernador, destacó los apoyos que le brinda su gobierno a Veracruz, resaltó
que en Veracruz se trabaja como nunca para lograr resultados y presumió que “la
estrategia Adelante, precursora en la entidad de esa alineación de esfuerzos
del Gobierno y la sociedad, se suma a este gran objetivo del Gobierno de la
República para alcanzar la prosperidad de los mexicanos”.
Tocó
turno a la vecina de Comoapan, doña Sofía Santos Maciel, quien le dio la
bienvenida a nombre de todas las familias de la comunidad y le deseó que su
estancia aquí “sea de lo más acogedora y que sienta que entre nosotros se
encuentra rodeado de amigos que lo apreciamos y, colaboradores que estamos
dispuestos a apoyarlo para seguir adelante con el gran proyecto de Nación que
queremos y que tanto necesitamos”.
Fue precisamente cuando al hacer referencia a la cálida recepción, fue
víctima de la tradicional picardía veracruzana, como se destacó ayer en la
prensa defeña. Peña Nieto explicó;
“Y déjenme decirles algo, o recoger algo de lo que Sofía expresaba,
cuando me dio la bienvenida, y me decía: Ojalá y aquí se sienta realmente muy a
gusto y tenga una buena, cálida y acogida, y sea bien recibido aquí, en la
Región de Los Tuxtlas”.
Sorprendido por la reacción de risas, carcajadas y bromas por lo que
había dicho, el Presidente se dio cuenta del chiste y de inmediato soltó:
“No fue albur, no sean así”.
Al final de cuentas todo le salió bien al gobernador pues como buen
político no le incomodó para nada la presencia del senador Héctor Yunes Landa
quien también tuvo su diálogo fasttrack con el mandatario y ahí la llevan pues
dijeran los albureros, “lo cortés no quita lo…”
Que tenga el lector un gran día.
gustavocadenamathey@hotmail.com
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