Una mala decisión
Mientras
los profes activistas siguen con el bloqueo a las oficinas de la Secretaría de
Educación y a la presa Yuribia, en el sur de Veracruz, la S.E.V. (cumpliendo
órdenes de la S.E.P.) ha aprovechado los días revueltos y turbulentos para
avisar a los padres de familia que a partir de la fecha habrán de pagar el
servicio de energía eléctrica y el agua en las escuelas de sus hijos.
Pero
además, habrán de pagar los libros de texto gratuito.
Y,
bueno, bastaría referir que en algunas escuelas primarias el recibo mensual de
luz oscila entre los 30 mil a 40 mil pesos.
Así, ha
aparecido el peine, aun cuando, claro, desde hace un ratito ha sido cacareado:
con el peñismo llegaremos a la privatización de la educación en el país,
iniciada por Vicente Fox y Felipe Calderón.
Bastaría
recordar que de norte a sur de Veracruz hay 240 universidades privadas,
crecidas todas al cobijo de la Universidad Veracruzana (U.V), que carece de
suficiente capacidad física para absorber la demanda estudiantil y que cada año
significa que unos 20 mil jóvenes queden fuera.
Por
supuesto, en la educación primaria, secundaria y el bachillerato, el mismo
fenómeno se reproduce, pues cada vez son más y más las instituciones privadas
que amanecen de un día para otro.
Con
tales hechos, ninguna duda hay de que si en Veracruz tenemos 650 mil personas,
de 15 años en adelante, analfabetas, más un millón de paisanos con estudios de
primaria inconclusos, más otro millón con secundaria incompleta, más 600 mil
con bachillerato a medias, el número apocalíptico habrá de multiplicarse.
Todo,
por la cuestión económica.
Bastaría,
por ejemplo, revisar el escenario salarial de los padres de familia de clase
baja (indígenas, campesinos, obreros) y clase media con dos y tres hijos en la
escuela primaria y/o secundaria.
En
tales circunstancias de aportar una cantidad determinada por cada hijo para el
pago de la luz y el agua, más aparte la compra de libros, los padres habrán de
escoger entre enviarlos a la escuela, y/o en todo caso, proveer alimentos todos
los días.
Incluso,
existirán hogares donde los hijos mayores dejarán de estudiar para ponerse a
trabajar y ayudar a los hermanos menores a continuar estudios.
Más aún
si se recuerda el Veracruz salarial, donde nadie vive con el salario mínimo ni
menos, mucho menos, alcanza el salario para que los hijos estudien.
En las
regiones indígenas del “estado ideal para soñar”, por ejemplo, la faena diaria,
desde antes que el sol salga y después de que se oculte, la pagan, si bien les
va, en 80 pesos; es decir, unos 2 mil pesos mensuales, si se descuentan los
domingos.
Mala
onda, pues, que la S.E.V. haya tomado tal decisión.
ENTRE
LA UTOPÍA Y LA OCURRENCIA
Otro
Veracruz viviríamos si, por ejemplo, la S.E.V. (con el más alto presupuesto
anual) fuera auditada con lupa para la aplicación honesta del recurso público y
en donde, por supuesto, se incluyen los salarios (hasta de 35 mil pesos
mensuales) de los 10 familiares del titular.
Otro
Veracruz habría si, por ejemplo, los funcionarios públicos del primer nivel se
redujeran el salario, y al mismo tiempo, los viáticos y los gastos de
representación.
Otro
Veracruz habría sin en vez de pedir el diezmo y/o el doble diezmo a las
compañías constructoras… se canalizara tal dinero para desde la construcción de
una clínica rural hasta de escuelas y/o salones de clase y/o el pago de la luz
y el agua en las escuelas.
El
nivel de vida de los habitantes de Veracruz (clase baja y media) mejoraría de
forma sustancial si, por ejemplo, los negocios en los penales, y con las
corporaciones policiacas y los agentes de tránsitos, fueran transparentados,
y/o en todo caso, canalizados a una obra de servicio social.
Y,
también, claro, si en vez del derroche y el dispendio electoral, el erario
público fuera destinado a la obra social en, digamos, materia educativa y de
salud.
Pero,
bueno, cada gobernante imprime el sello personal a su gobierno y cada uno tiene
sus prioridades… y si con tal forma de ser y actuar la vida les ha funcionado y
han llegado a la cima del poder, así habrán de seguir…, imperturbables.
“NO DESPIERTEN AL MÉXICO BRONCO”
Mientras
la reforma fiscal del peñismo contempla que quienes más tengan… más impuestos
paguen, en Veracruz, la mecánica ha sido interpretada de otra manera, pues con
el cobro de luz y el agua de las escuelas a los padres de familia están gravando
parejo, aplicando quizá, acaso, el principio universal de “todos coludos o
todos rabones”.
Incluso,
y aun tratándose de una medida universal, ya podrá el ciudadano visualizar el
ramalazo económico a los padres de familia de las regiones indígenas,
campesinas y obreras de Veracruz, donde la miseria, la pobreza, el hambre, el
desempleo y la chamba mal pagada son canijas.
El
último ideólogo de la revolución, don Jesús Reyes Heroles, lo expresaba de la
siguiente manera: “No despierten al México bronco”.
Y si
ahora las amas de casa son asaltadas saliendo de la plaza comercial con el
itacate del día, pronto llegará la noche de “los cuchillos largos” donde los
políticos sean las reses…
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